UPTV El momento más emotivo
El Dr. Ruyra, cuya fundación ya lleva más de 500 pacientes operados, nos explica esta iniciativa: “Para ser médico hay que ser empático pero también para trabajar en una oficina. Todos debemos serlo. En mi caso, los pacientes depositan su confianza en mí y creo que la relación debe ir más allá de lo profesional. La ONG nace de una reflexión sencilla: aquí tenemos un acceso muy fácil a al sanidad mientras otras personas lo tienen peor que difícil y quien no se opera del corazón, acaba muriendo. Creímos que era una buena idea contribuir en países que no ofrecen esa posibilidad. Estamos trabajando mucho con Nicaragua, Venezuela, Tíbet, Magreb… Los traemos a Barcelona, los operamos y cuando están recuperados, los devolvemos a su país. Intentamos que desde allí se les pueda hacer un seguimiento”.